Me invitaron a una reunión de una nueva agrupación política cuyo lineamiento es el trabajo en conjunto mediante la expresión de ideas y la conjunción de las mismas concertándolas hacia un mismo fin: la justicia social.
Tuve la libertad de exponer mis inquietudes y me preparé muy bien para ese día formulándome una serie de condiciones a la hora de lucirme.
A saber:
Primero escucharé con desconfianza las opiniones ajenas
Esperaré alguna palabra que me de pie a exponer las propias
Interrumpiré antes de olvidar lo que quiero decir
No escucharé nada más que mi propio relato
Haré lo imposible para que se interesen en él
Si es necesario gritaré y gesticularé con exageración
Guardaré celosamente cualquier información que haga peligrar mi idea
Cuestionaré las ajenas
Pondré por sobre los demás mi caso en particular
No soportaré que otro quiera modificar mi comportamiento
Odiaré al que tenga una idea mejor
Descalificaré enfáticamente a cualquiera que sea más inteligente
Pondré en ridículo a cualquiera que tenga más carisma
Y si nada de esto resulta me retiraré de la reunión haciéndoles notar que son todos unos desconsiderados ya que me invitaron y no fueron capaces de entenderme y llegaré a la conclusión de que ¡Me hubiera quedado en mi casa!
Marcela Zaleski
Vía Pública; Durmientes Privados...
Estamos harrrrrrrrrrrrrrrtos de juntar la basura que aparece en nuestras veredas por las mañanas, para colmo hay pañales (y sí, asquerosamente usados), la pregunta es ¿porqué los basureros revolean las bolsas? (supongo que porque son basura, las bolsas). Para colmo después vienen los perros cuyos dueños no se preocupan demasiado por contenerlos dentro de sus propias casas ni ponerles bozal y terminan de desparramar lo poco que había quedado sin esparcir.
¡Ni hablar de los callejeros! Ahora bien, si al señor basurero no le queda medio minuto para recoger la bolsa que se le cayó, al dueño de esa basura ¿no le da vergüenza que otro junte sus porquerías? Digo ¿no? porque a veces uno espera un par de horas a ver si alguien viene a retirar sus cosas pero ¡nada che! Ni el dueño de la basura ni un barrendero. Deberíamos ser más ordenados, y en todo caso ir a quejarnos a la Municipalidad pero al parecer nos gana la fiaca...
Marcela Zaleski
¿Cómo está el Mercado de Valores?
(Pa' mí, como corazón partío)
Los valores últimamente están en baja.
El miedo a perder provoca que la gente apueste a uno y otro mercado desesperadamente tratando de ganar tiempo y asegurarse una ganancia sustancial.
Como moscas revolotean alocadas en busca de su preciado manjar envidiosas entre sí, chocándose en el aire, apareándose en la primera oportunidad, proliferando y generando más caos. El manjar también prolifera pero si no se consume se desintegra y en lugar de repartirlo luchan por acaparar lo más que pueden.
Los valores están en baja porque en realidad ya poco importa la calidad pasando a ser la cantidad el parámetro a seguir y los límites se vuelven muy confusos dado que muchos sólo se preocupan de las apariencias.
Señor, Señora inversionista: Apueste al amor, a la buena educación, a la gentileza, a la honra, al respeto, de lo contrario estos valores se desintegrarán para siempre y sólo conseguiremos tener el corazón partío...
Marcela Zaleski
